La suplantación de identidad es una de las técnicas más utilizadas por los delincuentes, lo que permite a los atacantes obtener acceso a información personal y financiera de sus víctimas.
La suplantación de identidad implica engaño y defraudación mientras que el robo de identidad implica obtener y utilizar ilegalmente la información personal de otra persona.
El robo de identidad ocurre cuando alguien obtiene información sobre ti, tal como tu número de seguro social, RFC, dirección o fecha de nacimiento para abrir cuentas financieras nuevas, hacer compras y hasta recibir un reembolso de impuestos.
De acuerdo con datos del Banco de México, nuestro país ocupa el octavo lugar con más robos de identidad a nivel mundial. Anualmente ser registran 5 millones de reclamaciones a instituciones bancarias que operan en el país, y aunque la usurpación de identidad se penaliza con cárcel y multas, no parece ni inhibir y mucho menos detener este crimen, sino que está aumentando.
Hay diferentes tipos de usurpación o suplantación de identidad, desde las más viejas como suplantación de firma, pasando por suplantación de identificación oficial, hasta la suplantación en internet en dónde el ciberdelincuente usa los datos relacionados con la identidad de otra persona para falsificar un documento o vender sus datos.
Esos datos vendidos pueden ser utilizados para emitir una nueva identificación oficial para otra persona, pero con tus datos, o bien solicitar créditos o usar los que ya tienes de forma exagerada, crear cheques falsos con tu número de cuenta Cuando esto sucede, no sólo pierdes dinero, también se daña tu reputación financiera.
La compra de datos personales en México es alarmantemente accesible. En grupos de Facebook y otras redes sociales se venden por 60 pesos.
El hecho de que la base de datos del INE haya sido filtrada por la negligencia de un partido político es un grave problema para la privacidad de millones de ciudadanos mexicanos registrados. Esta base de datos contiene información del padrón electoral y lo que es aún más preocupante imágenes de las identificaciones.
Ahora bien, ¿cómo saber si ya han usado tus datos?:
Si recibes tarjetas de crédito que no hayas solicitado, si te niegan solicitudes de crédito de forma inesperada, si observas cargos o retiros en tu crédito o tarjeta de débito que no hayas realizado si tus tarjetas son denegadas si encuentras en tu reporte de crédito cuentas o cargos no reconocidos, si el SAT te hace un requerimiento por cantidades de dinero que tu ni en sueños manejas, es que has sido victima de la usurpación de identidad.
Lo más importante, ¿cómo puedo cuidarme y evitar el robo de datos?:
No compartas tus contraseñas y busca que las que tienes sean complejas, no predecibles y que mezclen distintos caracteres, letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
Actualiza el sistema operativo de tu dispositivo, así como todas las aplicaciones que tienes instaladas ya sea desde Appstore o Playstore, también debes actualizar tu navegador de internet. Además, nunca compartas tus claves ni pines por mensajería o email con nadie y cambiarlos al menos cada tres meses.
Verifica que el enlace de cualquier sitio web sea el correcto (el oficial) antes de navegar en él o dejar tus datos. Los ciberdelincuentes pueden crear URL muy parecidas a las reales
Revisar periódicamente tu buro de crédito y contrata la aplicación de bloqueo para evitar que nadie pueda sacar un contrato con tu información más que solo tu.
Si ya te robaron tus datos o ya detectaste que suplantaron tu identidad debes levantar un acta acudiendo al Ministerio Público e informa a las instituciones como CONDUSEF o BURO DE CRÉDITO, así como a las instituciones de dónde sustrajeron tus datos para que las cancelen y reexpidan una nueva, por ejemplo: INE, IMSS, ISSSTE, TU BANCO.
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